Las imágenes forman parte de nuestra vida y de nuestra realidad. Vivimos inmersos en la sociedad de la imagen, adultos y menores estamos sobreexpuestos a un gran número de imágenes diarias, muchas veces sin apenas tener formación sobre su lectura o expresión. Por ello, al igual que la alfabetización en lectoescritura, saber leer y producir imágenes adecuadamente, debe formar parte de nuestra formación para ser personas más autónomas y críticas.  

Recientemente, la Residencia de Acogida de niños, niñas y adolescentes (NNA) “Els Estels” de Alicante, servicio de titularidad de la Generalitat Valenciana, gestionado y dirigido por la Fundación Salud y Comunidad (FSC), en consorcio con el Grupo Lagunduz, ha puesto en marcha una actividad relacionada con ello, ya realizada años atrás, si bien nos inciden en que el desarrollo de las nuevas tecnologías, especialmente el uso de aplicaciones de edición en dispositivos móviles, les ha permitido reciclar los contenidos y ser más ambiciosos en los objetivos que quieren conseguir.

De esta forma, se trata de aprovechar un dispositivo que los/as adolescentes llevan consigo a diario, el móvil, lo que les permite inmediatez y accesibilidad instantánea. “Como en estos momentos el grupo de convivencia tiene el común denominador de una madurez y responsabilidad adecuadas para este trabajo, consideramos muy interesante unificar ambos conceptos: el descubrimiento de lo extraordinario (desarrollar la observación, dejar aflorar la emoción) en lo ordinario, a través de sus propias herramientas y desde el conocimiento de las connotaciones que tiene el lenguaje visual”, afirma Pablo Álvarez, director del centro.

El taller comenzó el pasado mes de septiembre, realizándose una sesión semanal, y se desarrollará a lo largo del curso 2023-2024. La actividad tiene como fecha prevista de finalización el próximo mes de junio.

Asimismo, destacar que el taller está dirigido por las tres integradoras sociales que forman parte del equipo profesional del servicio. Eva Pérez, integradora social, afirma que “desde la residencia, hemos querido desarrollar una mirada íntima y subjetiva de los chicos/as, más allá del aprendizaje técnico del proceso fotográfico. Interesa más el proceso creativo, en el que desarrollan un estilo particular que muestre su propia percepción del mundo y de la realidad”.

Según nos trasladan además desde el centro, dado que las responsables del proyecto no tienen formación en fotografía, este proyecto les ha supuesto un reto en la búsqueda de recursos, contenidos y material adecuados. Asimismo, para aquellas sesiones que requieran de una explicación más técnica, se ha buscado la colaboración de profesionales o expertos/as en la materia. Además, se plantean actividades de forma complementaria, como visitas a exposiciones fotográficas y la asistencia a un curso de fotografía organizado por el Ayuntamiento de Alicante.

Cabe destacar también que, durante la presentación de la actividad en la Asamblea del grupo (una de las herramientas más útiles para la participación de los chicos/as en la residencia), se insistió mucho en la importancia de la expresión artística personal, a través de tres aspectos fundamentales.

El primero, el conocimiento de la técnica fotográfica, concretado en conseguir:

  • Conocer y entender las opciones de configuración de las cámaras.
  • Utilizar el modo retrato.
  • Aprender a hacer fotografías a personas.
  • Sacarles mayor partido a sus salidas de ocio y tiempo libre.
  • Entender cómo medir correctamente la luz para que sus fotos no estén oscuras o quemadas.
  • Enfocar correctamente.
  • Ver esos encuadres que todavía son incapaces de observar.
  • Aprender a encuadrar correctamente, siguiendo las reglas de composición para que sus fotografías sean mucho mejores y les gusten.
  • Aprender “trucos” en situaciones comunes: sol, sombra, interior, contraluz, paisaje, retrato, viajes…
  • Editar sus fotografías en el móvil de forma fácil para obtener resultados profesionales.

Los otros dos aspectos consisten en una labor de inmersión fotográfica y un trabajo de autoconocimiento (sentir y escuchar el cuerpo) para plasmarlo en el papel. En este sentido, la fotografía es fuente de descubrimiento y autoconocimiento, de creación de vínculos con el propio grupo y con las personas que sienten más próximas (dadas las circunstancias de los/as NNA, no necesariamente tiene que ser la familia).

De manera práctica, se trabajará mensualmente por temáticas: el primer miércoles de cada mes, se hará llegar un ejercicio fotográfico, con las indicaciones para realizar las fotografías y la fecha de entrega, a través del grupo de WhatsApp del Hogar, a los teléfonos de los/as adolescentes.

El segundo miércoles se remitirán las fotografías, y durante esa misma semana, se imprimirán, organizándose una exposición de las mismas en la planta baja de la residencia. El tercer miércoles de cada mes, se realizará una votación a través de la herramienta “Google Forms”, en la que participarán los/as adolescentes y el equipo educativo del centro. Las dos fotografías más votadas se enmarcarán y se expondrán en la residencia, si bien adicionalmente, a cada chico/a se le creará un Portafolio con sus creaciones, que se le entregará en el momento de finalizar el taller de creatividad fotográfica.

En el poco tiempo de desarrollo de la actividad, sorprende la calidad técnica y la capacidad de expresión emocional de los/as participantes del taller, además de que se han animado todos los/as adolescentes a realizar la actividad, lo cual ya augura el éxito de la misma.