Amparo Arona López es voluntaria de la Residencia de Acogida de Niños, Niñas y Adolescentes “Xiquets” en Valencia, de titularidad de la Generalitat Valenciana, gestionada por la Fundación Salud y Comunidad (FSC), en consorcio con el Grupo Lagunduz. Ha acompañado como voluntaria de Mamás en Acción a todos los menores que han requerido hospitalización de este servicio de atención a niños, niñas y adolescentes (NNA) con necesidades especiales del sistema de protección. Estos/as NNA tienen edades comprendidas entre los 6 y los 17 años, ambas inclusive, y precisan de una atención particular por sus necesidades especiales de índole física, psíquica o sensorial.
– Nos gustaría que nos pusieras un poco en antecedentes, ¿por qué decidiste hacerte voluntaria de Mamás en Acción?
Mis hijos se han ido haciendo mayores y siempre había tenido ganas de formar parte de un voluntariado donde poder ofrecer mi tiempo, o bien a personas mayores o a niños/as.
– En tu caso, se da la circunstancia de que también eres la coordinadora de esta entidad en Valencia, ¿verdad?
Sí, así es. Empecé como voluntaria, y el proyecto de Mamás en Acción me apasionó. En un momento dado, pidieron la colaboración de algún voluntario/a para ocuparse de las funciones de coordinar los acompañamientos y no me lo pensé dos veces. Estuve 3 años realizando estas tareas de forma voluntaria y hoy en día es mi ocupación laboral. Estas funciones las hago compatibles con la labor que llevo realizando desde hace años como voluntaria, es decir que son dos tareas diferentes.
– Concretamente, como en esta entrevista queremos conocer tu labor como voluntaria, ¿en qué consiste el voluntariado que realizas en Mamás en Acción en la Residencia de Acogida de Niños, Niñas y Adolescentes “Xiquets” en Valencia?
Con “Xiquets” empezamos a colaborar casi desde los inicios de Mamás en Acción, acompañando a diálisis a uno de los menores del centro. En aquel entonces, también celebrábamos los cumpleaños en los centros en los que realizábamos este voluntariado y también íbamos muchas tardes a este servicio, previa coordinación con el centro.
– ¿Y de qué forma realizáis esa coordinación para poder llevar a cabo este voluntariado?
Fundamentalmente, cuando uno de los menores necesita hospitalización, nos coordinamos con la persona responsable del servicio y cubrimos parte de la jornada con el menor en el hospital.
También decirte que, cada vez que hay un acompañamiento de un menor de “Xiquets”, los turnos se cubren en “un abrir y cerrar de ojos”. Muchos de estos niños tienen ingresos recurrentes y cado uno ya tiene su propio “club de fans” dentro del voluntariado de Mamas en Acción.
– En tu caso, ¿a cuántos menores has acompañado?
A muchísimos, llevo realizadas más de 600 horas de voluntariado. He acompañado como voluntaria a todos los menores que han estado ingresados de la Residencia de Acogida de Niños, Niñas y Adolescentes “Xiquets” en Valencia.
– ¿Con qué periodicidad realizas este voluntariado o cuánto tiempo dedicas aproximadamente a este voluntariado?
Los voluntarios/as de Mamás en Acción no tienen ningún un horario preestablecido, lo único que se les pide es que durante el año hagan mínimo 2 turnos, pero ya te adelanto que, si haces un acompañamiento a un menor, vas a querer hacer más.
– Bueno es saberlo… ¿Qué te aporta a ti esta experiencia de voluntariado?
Es un tópico, pero siempre te llevas más de lo que das. Aprendes a ver que, si la vida te ha puesto en el lugar de dar en vez de en el lugar de recibir, eres un afortunado/a. De los niños/as se aprende siempre. A mí además me ha ayudado a conocer la realidad de los menores tutelados y eso llevó a mi familia a hacerse familia de acogida.
– ¿Qué beneficios consideras que aporta tu labor de voluntariado a los NNA usuarios/as del centro?
A los de este servicio y a cualquier otro menor, sentir que alguien a quien no conoces decida dedicarte tiempo de cariño para estar, acompañar, jugar, abrazar… es lo más.
– ¿Con qué momento o momentos te quedas de tu experiencia de voluntariado en la Residencia “Xiquets” hasta el momento?
Siempre recordaré como anécdota el caso de un menor al que acompañamos en bastantes ocasiones, por tratarse de un enfermo crónico. También que uno de sus ingresos fue porque fingió estar malo para que le acompañáramos en el hospital.
A nivel más personal, he de confesar que las parálisis cerebrales me producían mucho respeto y al principio, no me atrevía a acompañar a estas personas. Un día me decidí y descubrí las diferentes maneras de interactuar, y he de decir que acompañando a estos niños/as, he disfrutado mucho. Son una verdadera lección de vida…
– ¿Qué mensaje harías llegar a todas aquellas personas que están pensando en sumarse al equipo de Mamás en Acción y quieran hacer voluntariado en la Residencia “Xiquets”?
Les diría que se atrevan, ya que esto te cambia la vida. No hay nada más gratificante que la sonrisa y el abrazo de un menor, sobre todo de los niños/as especiales que viven en “Xiquets”.