El pasado 14 de junio, se celebró la fiesta de fin del curso del Centro Integral de Mayores (CIM) de Altea, en Alicante, gestionado y dirigido por el Grupo Lagunduz y la Fundación Salud y Comunidad (FSC), cuya titularidad depende del Ayuntamiento de Altea. Hemos hablado con las personas responsables del servicio y con algunas personas mayores usuarias del mismo, para que nos expliquen cómo se desarrolló esta celebración, en la que se realizaron un total de 5 paellas para unas 200 personas. Además, Pedro José, Antonio, Nelly y Alfredo, usuarios/as del centro, y colaboradores, durante la presente temporada, del programa de radio “No hay edad en las ondas” que emite Radio Altea, entre otras emisoras de la Comunidad Valenciana, nos han explicado otros detalles de gran interés de la celebración y del transcurso del curso.
Con motivo del fin de curso, el CIM de Altea celebró un día de convivencia con las personas usuarias del centro, sus familiares y amigos/as. Previa jornada de celebración, “iniciamos la exposición de parte de los trabajos que han realizado las personas usuarias en los distintos talleres de cerámica, pintura, bolillos, costura, arteterapia y manualidades que se han realizado a lo largo del año y que estarán expuestos hasta finales de este mes”, nos trasladan desde el centro.
Las distintas actividades se iniciaron agradeciendo la implicación de todas las personas participantes en la organización de la jornada, así como la ayuda recibida por parte de los usuarios/as, dando paso a la primera actividad de gimnasia adaptada. “Además, nos acompañó, en representación del Ayuntamiento de Altea, Anna Lanuza, concejala de Bienestar Social, Bienestar Animal, Igualdad, Mayores, Sanidad y Comunicación y Braulio Cencerrado, coordinador de Servicios Sociales, Sanidad y Tercera Edad, añaden.
Tras la actividad de gimnasia adaptada, se siguió con la exposición del taller de taichí, aprovechando su finalización para hacer un homenaje “fuera de programa” a la usuaria Salvadora Llorens Orozco (alumna de taichí), de 93 años, y al usuario del servicio de fisioterapia Pedro Santamaría, de 96 años “al ser los más veteranos este año en el CIM. Se emocionaron mucho, ya que no sabían nada. Para ello, nos compinchamos previamente con sus familiares”, confiesan desde el servicio.
Pedro José, usuario del servicio, quiere destacar la comida que se realizó (5 paellas para unas 200 personas) y nos cuenta que “el motivo de la misma, fue la finalización de los talleres que se han realizado en el CIM. Fue una comida de convivencia para las personas usuarias del servicio. Las paellas fueron realizadas por Marga, Petri, y con la ayuda de un servidor. Fue un día muy bonito, en el que nos reencontramos todas las personas usuarias, en una jornada muy amena. Con esta celebración, finalizamos el curso, a falta de la exposición de pintura, ya que todas las exposiciones de los cursos se han realizado, tales como la de bolillos, costura, arteterapia, gimnasia adaptada, cerámica y otros. Ha sido un año muy bonito, ya que nos hemos reencontrado con algunas personas mayores y hemos conocido a otras. Por todo ello, quiero hacer un agradecimiento a las personas que están al frente del CIM de Altea”.
Por su parte, Antonio, colaborador también del programa de radio “No hay edad en las ondas”, nos explica que “la comida fue muy animada. Únicamente, se echó en falta una orquesta muy buena, que actuó el pasado año, pero por lo visto, tenía la fecha ya ocupada. Otra vez será… Por otra parte, todo el curso ha sido muy bien programado, muy regular, ha estado muy bien. Por otra parte, la cafetería del centro funciona estupendamente, con la nueva administración de la misma, ha sido todo un éxito”.
Nelly nos traslada que “el fin de curso del CIM ha estado fenomenal, con la exposición de los trabajos de los diferentes talleres y la celebración de fin de curso. Quiero destacar la exposición del taller realizada por las personas que han participado en el curso del taichí. Además, el hecho de que el centro diera un diploma a las personas usuarias más veteranas del mismo. También, el recital del curso de poesía y el taller de escritura creativa que nos ofreció una lectura de textos, durante esta jornada. Escuchamos varias canciones de Paola, la profesora de canto que impartirá este taller. También, se realizó la presentación del taller de arteterapia y de ahí, pasamos a la degustación de la paella”.
También nos cuenta que “las personas responsables del centro y el voluntariado, hicieron todo lo posible para que saliera todo de maravilla. Quiero destacar también la actuación de la disyóquey Lucía, durante la finalización de la jornada. Fue un día muy bonito y completo para todos/as”.
En resumen, “lo pasamos muy bien en la fiesta, compartiendo momentos muy amenos con otras personas mayores que han realizado otros talleres. Estoy muy a gusto realizando actividades en este centro, siempre nos quieren ocupar en algo y ello hace que nuestra vida sea más amena. Quiero aprovechar para dar las gracias al centro por todo ello”.
Finalmente, Alfredo nos comenta que “me he divertido en el curso de cerámica, he aprendido hacer cosas para decorar mi vivienda que no conocía. Además, al final del curso, descubrí el torno eléctrico de alfarero y me encantó, así que volveré el próximo año, para perfeccionar el torno y trabajar mi creatividad en el CIM de Altea”.
Cabe señalar que la participación de la disyóquey Lucía, como fin de fiesta, se realizó “por gentileza de la Concejalía de Bienestar Social del Ayuntamiento de Altea”, señalan desde el CIM.
En definitiva, la jornada fue todo un éxito, contando con unas 250 personas en las diferentes actividades que se llevaron a cabo. “Fue una experiencia muy entrañable, en la que destacó la ayuda y compañerismo de los trabajadores/as, de algunos monitores/as que estuvieron en los actos y, sobre todo, de las personas usuarias que ayudaron en lo que hizo falta para que todo saliera bien”, mantienen desde el CIM de Altea.