Úrsula L., de 87 años, es usuaria de la Residencia y Centro de Día de Yécora (Álava), servicio destinado a la atención de personas mayores que gestiona la Fundación Salud y Comunidad (FSC) en consorcio con la Asociación Lagunduz. Ambas entidades cuentan con más de 25 años de experiencia en gestión social centrada en la atención y cuidado de las personas.
– ¿Cómo se encuentra?
Bueno, voy viviendo el día a día, que ya es mucho a mi edad. Más que cumplir años, me gusta sentirme bien y trato de disfrutar lo que puedo.
– ¿Cuida su salud?, ¿cómo?
Sí, tratando de llevar una vida sana, con buenos hábitos. Eso es muy importante.
– ¿Cuánto tiempo lleva en el centro?
Desde el 1 de febrero de 2004. Soy la usuaria más antigua.
– ¿Qué tipo de actividades le gustan hacer?, ¿cómo es su día a día?
Me gusta asistir a la actividad de gimnasia. Especialmente, hacer psicomotricidad, ya que favorece la movilidad de mis manos y dedos, así puedo moverlos mejor.
También, procuro estar al día y dedico un tiempo a leer el periódico. De esta forma sé lo que pasa en el mundo.
– ¿Ha percibido de alguna manera el cambio de gestión del servicio?, ¿en qué sentido?
Sí, ahora hay más orden que cuando llegué. Los usuarios estamos más atendidos, veo que hay una mayor preocupación por nuestro bienestar, eso me satisface.
Además, ahora se organizan más actividades y, muy importante, la residencia está más bonita. Me encuentro más a gusto viviendo aquí.
– ¿Y con el personal del servicio?
En general, el trato es bueno con todo el equipo profesional. Son muy amables y te ayudan en lo que pueden.
– ¿Cómo cree que se refleja la atención centrada en la persona mayor en el día a día del centro?
Por ejemplo, a través de diferentes actividades que se ofrecen, adaptadas a las características de cada persona. Eso está muy bien.
– ¿Qué ventajas tiene vivir en una residencia en un entorno más rural?
La principal es que puedes salir a la calle más tranquila porque no hay peligros. Como yo soy del pueblo, salgo cada día a ver a mis amigos y doy una vueltecita.
– Además, usted nació en Yécora y ha vivido en el pueblo.
Sí, así es, he vivido aquí. Nací en Yécora en 1928. Para mí es importante seguir en contacto con la gente del pueblo.
– Para finalizar, si pudiera echar marcha atrás, ¿cambiaría algo de su vida?
Con franqueza, me gustaría no haber tenido tantos dolores físicos. Pero no me arrepiento de nada de lo que he hecho.